La primera vez que me largué de viaje con la mochila estaba sola. Fue en el año 2008, y tenía como destino final Macchu Picchu. Si cuento las horas que me había pasado soñando con el momento en que tuviera frente a mí semejante paisaje, seguramente sumarían semanas, y tal vez hasta meses. No se como describir el momento en el que finalmente estuve ahí y vi toda esa grandeza plantada ante mis ojos. No quería siquiera parpadear, para no perder ni un solo segundo de visión. Supe que era real, que lo que había visto en fotos existía y que yo estaba ahí. Y pensé en ese momento que si era posible que yo hubiese llegado hasta ese punto, no había motivos entonces para pensar que no sería capaz que llegar a cualquier lado que yo quisiera. Miré mis pies con mis zapatillas gastadas, les saqué una foto y sonreí. La segunda vez que tuve esa sensación estaba parada frente a las pirámides de Tikal, en Guatemala. Fue un instante de lucidez, una sensación de mirar hacia el frente y saberme ahí, presente en esa parte del mundo. Mis posibilidades eran infinitas.
Cuando pocos meses después fui a mi casa con la noticia de que me iba de viaje a la India, lo primero que alguien me dijo fue: “ ¿a la India? ¡Pero es muy lejos!”. Y tenía razón. Me di cuenta entonces de que en algún momento en esos últimos dos años me había acostumbrado a mirar el planisferio con la misma perspectiva con que miraba un mapa de Buenos Aires (aunque con un poco más de entusiasmo). Y que si bien era cierto que India no estaba a la vuelta de la esquina, tampoco se me hacía imposible pensarme a mi misma caminando por sus calles. Creo que las verdaderas distancias no se cuentan en kilómetros sino en ganas, y yo siempre tuve muchas… Por eso el día que estuve frente al Tal Majal no pude más que sonreír de satisfacción. Estaba otra vez reafirmando mis pensamientos. Esto era sólo el principio…
hola, nena,soy martin de rosario,y buscando relatos de viajes a machu,quiero decirte que el tuyo es de los mas interesantes.Seria mi primer viaje largo en mochila,soy un principiante va ja.consultas.el norte argentino ya lo hice a mochila y lo conozco casi todo,en bolivia,durante el trayecto que no puedo perderme?aparte voy a viajar solo.
gracias,salutes
Hola Martín…gracias por el elogio. Consejo: que viajar solo no te achique porque vas sa ver que, como siempre digo, solo salis de tu casa nomás, después en el camino conocés mucha gente. De Bolivia, lo clásico: el salar de Uyuni es hermoso, La Paz super interesante y Titicaca. De Uyuni te aconsejo que hagas un tour de 2 noches que te llevan a ver varias lagunas en el camino…son bellísimas. Por último te recomiendo tb Potosí, que aunque no conozco tengo muy buenas referencias.
Beso grande y cualquier cosa no dejes de escribir!
Tu eres Genial !!!!