La noche de anoche fue terrible. No para mi, al menos no tanto, porque tenia tapones en los oídos y mucho mucho sueño, pero el hostel era un descontrol y nuestra pieza estaba justo al lado del quilombo. Yo fui la única que pudo dormir (no me explico como) pero Joao se levanto furioso así que ya temprano armamos las mochilas. La verdad es que yo podría quedarme, no dormí tan mal, pero esta noche seguro va a ser igual y no voy a poder soportarlo.
No buscamos mucho porque en seguida encontramos un lugar hermoso, que ya había visto antes: esta muy cerca de la playa, en la otra punta de la isla, son solo 5 habitaciones en alto y es muy espacioso (además es mas barato), asi que nos cambiamos sin pensar.
El resto del día lo pasamos sin hacer nada, escribiendo mi diario, leyendo, pasamos el tiempo y reservo mi tour de snorkel para mañana, junto con Jordan. Para cenar íbamos a comer langosta pero ya no conseguimos, por lo que aceptamos unas barracudas grilladas. Que buena vida… me encanta el clima de no hacer nada que hay en la isla. Pienso en volver a trabajar y me da fobia. No me quiero volver.
Hola Laura, en donde te Hospedaste y favor decir los precios. gracias.