Situada en el corazón de Andalucía, y con un pasado riquísimo en arte y cultura, Córdoba se presenta como uno de los destinos más importantes para quienes visiten la región. En este post, una guía con los diez imperdibles de Córdoba, para que puedas organizar tu viaje sin perderte de nada.

A Córdoba se la conoce como la ciudad de las tres culturas: judíos, musulmanes y cristianos han dejado una huella bien visible hasta hoy en día. Basta caminar sus veredas, prestar atención a su entramado urbano o a los detalles de sus fachadas para poder apreciar este legado. Si me permiten un consejo, les recomiendo una de las visitas guiadas en Córdoba. Recorrer estas calles de la mano de un historiador es clave para aprovechar al máximo el viaje.
Visitar la Mezquita de Córdoba
No se puede comenzar una lista de los imperdibles de Córdoba sin hablar de su Mezquita. Patrimonio de la Humanidad desde 1984, su construcción comenzó en el año 785 tras la invasión musulmana y llegó a ser la segunda mezquita más grande del planeta después, ni más ni menos, que de la mismísima Meca. Luego de la reconquista cristiana en 1236 la mezquita fue convertida en iglesia y, cuatro siglos después, en Catedral ─estatus que conserva hoy en día, siendo la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción─

Hoy, su montura de 1300 columnas es la postal más típica de Córdoba. Si te gustan las vistas panorámicas, te recomiendo subir al campanario. Y si te interesa aprender más sobre la historia, podés reservar una visita guiada a la Mezquita de Córdoba.
Pasear por el centro Histórico de Córdoba (y si es con un free walking tour, mejor)
Se trata, ni más ni menos, de unos de los cascos antiguos más grandes del viejo continente. Gracias a los vestigios de la época romana, árabe y cristina, la Unesco denominó buena parte de este entramado como Patrimonio de la Humanidad en el año 1994. La mejor forma de recorrer este imperdible de Córdoba es a pie. Primero, perder los sentidos entre sus calles, dejarse llevar por la curiosidad, cazar fotos sin tapujos.

Después, lo más recomendable es hacer un free tour. ¿Por qué? Porque pasear por estas calles sin un guía es como tener en frente un libro y no saber leerlo. Pueden aprovechar la opción de la mañana, que comienza explorando los orígenes de la ciudad a las márgenes del Río Guadalquivir o, si tienen poco tiempo, pueden hacerlo por la noche.
Recorrer los patios de Córdoba
¿A quién no le gusta inmiscuirse en casa ajena, aunque sea por un ratito? Y es que cuando hablamos de la arquitectura andaluza, los patios son una invitación a la vista y al olfato. De suelo empedrado, jardines abarrotados de flores, macetas colgantes y una fuente infaltable, su visita es otro de los imperdibles de Córdoba.

Siguiendo la tradición de las casas romanas y, más tarde, las musulmanas, las viviendas de esta región contaban con un área abierta central en donde reinaba una fuente o pozo cargado de agua, que convertía a esta zona en la más fresca de todo el hogar. En un comienzo, los patios eran propios de aquellas casas de una única familia. Más tarde, con la llegada de la Revolución Industrial y el avenimiento de campesinos a la ciudad, se comenzaron a construir patios vecinales. Los patios se convirtieron entonces en una zona de reunión.

Hoy en día, muchas casas tienen las puertas de sus patios abiertas como una invitación al deleite. Sin embargo, la mejor época para visitarlos es la segunda semana de mayo, durante el Festival de los Patios (declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2012).
Si estás con poco tiempo, te recomiendo entonces que visites el Patio de los Naranjos, famoso por sus árboles así como por las vistas que se pueden tener de la Mezquita. La entrada es gratuita.
Si te interesa particularmente el tema, no te pierdas esta visita guiada a los Patios de Córdoba.
Ver el atardecer sobre el Puente Romano
Que el paisaje no te engañe: puede que ver la escases de agua te sugiera que este fue apenas un puente más pero durante mucho tiempo el Río Guadalquivir unía esta villa ni más ni menos que con el Atlántico. Este puente, con sus dieciséis arcos era parte de la Vía Augusta de Roma a Cádiz y, durante veinte siglos, fue el único puente de la ciudad.

Hoy es un paso peatonal y una de las postales más insignia de Córdoba. Desde su puerta sur se puede tomar una de las fotos más espectaculares, abarcando el río, los arcos y la mezquita de fondo.
Subir a la Torre de la Calahorra
Ubicada en uno de los extremos del puente, la Torre de la Calahorra es otro de los imperdibles de Córdoba. Dentro se encuentra el Museo al-Andalús, que es una visita muy recomendada para comprender en entramado multicultural de la región. Por €4,5 se puede acceder al balcón en la cima de la torre y disfrutar de unas panorámicas únicas sobre la ciudad.

Maravillarse con el Palacio de Viana
“5 siglos, 12 patios e infinitas sensaciones”. Así es como describe la web oficial de este lugar, que fue residencia de las elites de Córdoba. Desde sus inicios, en el SXV hasta finales de los 80 en que vivió su último propietario, el Palacio de Viana fue transformado de la casona medieval que era en sus orígenes al palacio renacentista que conocemos el día de hoy.

Aunque es posible acceder a la propiedad completa y visitar su colección de muebles y arte antiguo (€8), lo más llamativo son sus patios. (Se puede acceder con una entrada reducida de €5)
Visitar el Alcázar de los Reyes Cristianos
Nada más representativo de la historia de Córdoba, que el nombre de este lugar. La palabra Alcázar viene del árabe y significa fortificación. El Alcázar de Córdoba fue construido en el siglo VIII como vivienda del califa. Con la reconquista del cristianismo fue convertido en residencia de los reyes Fernando e Isabel e, incluso, funcionó como cuartel general de la Inquisición.

Un dato de color: este fue el lugar en donde Cristóbal Colón le solicitó ayuda a la reina para emprender el viaje que lo convertiría en el “descubridor de América”. Todo esto convierte al Alcázar de los Reyes Cristianos en uno de los imperdibles de Córdoba.
Escaparse hasta la Medina de Azhara
Córdoba es la única ciudad en el mundo con tener cuatro Patrimonios de la Humanidad en su haber. La Medina de Azhara es el cuarto de ellos en esta lista.

Ubicada a 8 kilómetros de la ciudad, este complejo arqueológico alberga las ruinas de la ciudad más poderosa del Califato de Córdoba. Fue construida entre los años 936 y 976 pero apenas cumplió su función durante 65 años. Luego fue saqueada por los bereberes y redescubierta recién en 1911, año en que comenzaron su puesta en valor. En la actualidad es posible visitar una mezquita, oficinas de gobierno, baños, la residencia en sí y los jardines altamente decorados. Lo más recomendable, sin embargo, es el llamado Salón Rico, donde el Califa recibía a los dirigentes que llegaban a la ciudad (y, probablemente, el espacio más hermoso de los que existían en aquella época). SI tienen disponibilidad, es recomendable realizar una visita guiada a la Medina de Azhara.
Detenerse en la Sinagoga
Existen todavía en toda España solo tres sinagogas anteriores a la expulsión de los judíos en 1492: Santa María la Blanca y la Sinagoga del Tránsito, ambas en Toledo, y la Sinagoga de Córdoba (que, además, es la única sinagoga en toda Andalucía).
Construida en un estilo mudéjar, el templo se encuentra en la Judería, barrio que habitó la comunidad judía cordobesa entre los siglos X y XV. Luego de que se desterrara a toda la comunidad, el edificio funcionó como hospital para hidrófobos, ermita y escuela. En la actualidad, la sinagoga cuenta con un pequeño patio de entrada, un atrio, una sala de rezo y, en la planta superior, una sala de rezo dedicada exclusivamente a las mujeres.

Cuando realicen su visita, deténganse a observar las inscripciones que aún sobreviven en los muros, en particular el extracto del Cantar de los Cantares y la inscripción fundacional, en la que se la llama “Santuario en miniatura”.
Relajarse en un baño árabe
No se me ocurre mejor modo de terminar un viaje que dedicarse un momento a uno mismo ni más ni menos que en uno de los baños árabes que ofrece la ciudad. Si ya fuiste alguna vez a un hammam, sabés de lo que te hablo: no hay como dejarse llevar por las piscinas de aguas termales o los masajes en medio de la elegancia y la suntuosidad de la arquitectura árabe. Si nunca estuviste en uno, preparate: esta será la cereza que corone el postre.
Salir de tapeo
Tapear es, sin dudas, uno de los imperdibles de Córdoba. Si no estás familiarizado con el término, te cuento: se trata de “picar” algo al paso, por un precio muy bajo o directamente gratis, incluido en el precio de tu bebida. Algo muy típico de Andalucía (que agradecen tanto el paladar como el bolsillo).

Y tapear en Córdoba es sinónimo de probar, tarde o temprano, salmorejo (soy muy fan de esta sopa fría de tomate), flamenquines (una especie de croqueta con jamón serrano), ensaladilla o rabo de toro. Aunque hay bares por toda la ciudad, las zonas más comunes son el Barrio de la Judería y la zona del centro, cerca de la Plaza de las Correderas.
Si vas a viajar por Andalucía, no te pierdas «Con H de Alhambra».
Genial post. Voy a Cordoba en 2 meses y tengo muchas ganas de ver lo que muestras en tus fotos. Saludos.
Espectacular resumen de esta bellísima ciudad, muchas gracias Laura, seguiremos tus consejos para aprovechar al máximo nuestra estaría en Córdova!💃💃💃