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Escapada a Montevideo: 5 experiencias que no te podés perder

Dicen que en los días despejados, desde la costa de Buenos Aires se puede ver Montevideo. Que el Palacio Barolo saluda al Salvo, su gemelo uruguayo. Que si no fuera por el río —ese que parece el mismísimo mar—, las dos ciudades serían una sola. Yo no estoy tan segura de eso, salvo por una cosa: la capital uruguaya es única. Y atrapa. En este post, 2 experiencias que no podés perderte en una escapada a Montevideo.

Escapada a Montevideo: qué ver

A tan solo dos horas de Buenos Aires, la ciudad más importante de Uruguay es el destino perfecto para pasar un fin de semana distinto. Planificar cómo recorrerla dependerá de los intereses de cada quién. Si vas a pasar más tiempo, acá te comparto una lista de cosas que hacer en Montevideo. Y acá, esas que tenés que ver sí o sí.

1. Perderte en la feria Tristán Narvaja

Funciona solo los domingos. A lo mejor debería ponerla última de la lista pero si está primero es por una razón: la feria Tristán Narvaja es una de las postales más típicas, y una experiencia que hay que tener sí o sí en cualquier escapada a Montevideo.

En la feria hay gente que vende discos usados al lado de otro que ofrece pececitos de colores: los puestos no tienen ningún orden establecido. Podés encontrar vendedores de verdura, puestos de muebles, cajones repletos de enchufes, alguna que otra antigüedad, espejos y barriletes de Peppa Pig. Todo en la misma cuadra.  Lejos de lo que uno podría pensar del término feria —al que solemos asociar con productos comestibles o artesanales— la Tristán Narvaja es más bien la arteria comercial de Montevideo y, más allá de que andes con ganas de comprar no, es un buen paseo para curiosear, sacar fotos o tomarle el pulso a la ciudad.

2. Pasear por la Rambla de Montevideo

Hay quienes dicen que es la más larga del mundo. Aunque el dato no es del todo confiable, cierto es que el paseo costanero que bordea el Río de la Plata es un espectáculo digno de ver.

La Rambla es una postal típica, imperdible en cualquier escapada a Montevideo
Foto: Stephanie Frias

Con casi 25 km de extensión, la Rambla es un puede ser recorrida a pie en toda su extensión, desde el puerto hasta el arroyo Carrasco, en las afueras de la ciudad. A lo largo del recorrido, cambia de nombre y de apariencia. Hay sectores más urbanos, otros más verdes, rincones más bien rocosos y varias playas que en verano son un buen lugar de recreación. Sin importar en qué época del año hagas una escapada a Montevideo, no podés dejar de visitar la Rambla.

Foto: Stephanie Frias

Aunque en invierno el viento suele ser hostil, el horizonte limpio y la inmensidad del río despejado le dan a la Rambla todo un carácter, que sin duda tiñe la personalidad de la ciudad.

3. Sacarle una foto al Palacio Salvo

(Y mandarle saludos del Barolo) 🙂

Una escapada a Montevideo no está completa sin una foto al Palacio Salvo

Ubicado en la Plaza de la Independencia —la más importante de la ciudad—, el Palacio Salvo fue construido en 1928 con la intención de convertirse en el primer hotel 5 estrellas de la ciudad. La crisis del 29 puso en jaque su objetivo, pero el Salvo marcó otro hito: con 95 metros de altura llegó a ser el edificio más alto de Latinoamérica (tiene 5 metros más que su gemelo, el Palacio Barolo)

Alrededor de la plaza también se encuentran otros edificios históricos como el Palacio Estévez, la Torre Ejecutiva, el Teatro Solis, y la puerta de la ciudadela. Lo más recomendable es recorrer esta zona con un free walking tour, para sacarle más provecho a tu escapada a Montevideo.

4. Comerse un chivito uruguayo

Contrario a lo que muchos podrían pensar —me pasó—, el chivito uruguayo no es carne de chivo sino un sándwich de carne vacuna que por lo general viene acompañado de papas fritas. Y si tiene la fama que tiene es porque es el plato típico de Uruguay y es espectacular.

Probar chivito es una de las experiencias imperdibles en cualquier escapada a Montevideo

¿Pero por qué se llama “chivito” si es de vaca? La historia dice que una noche, llegó a un restaurante de Punta del Este una clienta que acababa de volver de viaje por Argentina. Dijo que el norte había probado carne de chivito y que le había encantado, y pidió comer lo mismo. Como no tenían, los dueños del restaurante le dieron lomo, diciendo que era chivito. Y el plato resultó tan bueno que se corrió el rumor y nació la leyenda.

Existen varias formas de servir chivito, pero hay una constante: los uruguayos son muy generosos a la hora de las porciones. A veces, terminar el plato es todo un desafío.

5. Experimentar en candombe en primera persona

Uruguay tiene una larga tradición carnavalera y sus murgas son famosas en todo el mundo. Si hacés una escapada a Montevideo en épocas de carnaval, seguramente encuentres gente de todas las edades ensayando o disfrutando en plena calle. Fuera de temporada también es posible: yo me topé con una murga en pleno julio en el corazón del Mercado Tristán Narvaja.

Los barrios más destacados para poder disfrutar del ambiente son Palermo y Barrio Viejo. Pero si no tenés la suerte o, si querés profundizar aún más, no te pierdas el Museo del Carnaval, en plena Ciudad Vieja para aprender más sobre esta tradición y su historia.

Laura Lazzarino

Soy Laura y desde 2008 vivo con mi mochila a cuestas, con un único objetivo: viajar para contarlo. Este blog es el resultado de mis aventuras a lo largo de +70 países. ¡Bienvenido a bordo!

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